lunes, 18 de marzo de 2013

Reflexión: El Batman de Christopher Nolan




Bien, la trilogía de Batman se cerró en verano, y ahora que ha salido la tercera parte en DVD he tenido la oportunidad de ver las tres películas seguidas, algo que no había podido hacer hasta ahora. Voy a analizar el producto en conjunto, tomando en cuenta consideraciones como el impacto que ha tenido en el cine actual o su taquillaje.

Aviso, el siguiente texto puede contener, y seguramente contendrá SPOILERS

NOTA: A partir de ahora, para no repetir todo el rato “Trilogía de Batman”, “nuevas de Batman”, etc, la resumiré en las siglas TBN, es decir Trilogía de Batman de Nolan.

Diferencias entre la trilogía de Nolan y el resto de películas de superhéroes

Mucho se ha hablado de la calidad de TBN, y sobre todo de lo diferentes que son de otras películas de superhéroes, pero no se ha ahondado en esas diferencias, quizás porque los que afirmábamos esto eramos fans de los cómics y obviábamos cosas que aquel que no ha leído nunca un cómic no puede ver por desconocimiento del medio. Voy a enumerar las, a mi juicio, grandes diferencias entre esta trilogía y el resto de filmes de superhéroes:

Para empezar, la más importante de todas: mientras que en el resto de películas de superhéroes, el argumento está supeditado a los personajes (en especial, al protagonista y al antagonista), en TBN ocurre justo lo contrario, los personajes están supeditados al argumento. Las películas (las tres y en conjunto) tienen una trama sólida y bien definida que da un paso más allá (junto a, posiblemente, Watchmen) de lo que es el típico filme de superhéroes, alejándose del argumento lineal de “el héroe atrapa al malo”. Esto las hace más cinematográficas, lo que permite que el mensaje pueda llegar más fácilmente al espectador medio.

¿Se puede hacer esto con el resto de superhéroes? Posiblemente, el problema es que Batman tiene la virtud (ajena al personaje) de haber sido siempre el “niño mimado” de DC Cómics. Siempre se le han adjudicado equipos artísticos de primer orden, lo que ha hecho que se haya beneficiado de unos excelentes guiones y dibujos. Esto le ha conferido un universo muy rico y, sobre todo, bien cohesionado, que permite crear una historia a su alrededor que puede entenderse a muchos niveles. Si hay otros personajes con la misma virtud (posiblemente, los X-Men si tomamos como referencia la etapa de Chris Claremont, por ejemplo), se puede construir una historia alrededor de ellos parecida a TBN. ¿Por qué no se ha hecho? Esto lo aclaro en el siguiente punto.

El segundo punto sería que se huye del esperpento. Hay un concepto curioso en el cine de superhéroes, y es que en su mayoría está creado para ir dirigido a niños o adolescentes. Al parecer, las historias maduras y oscuras no triunfan cuando son llevadas a la gran pantalla, como demuestran Daredevil y Watchmen, películas que fracasaron en taquilla en parte porque la gente no las entendía. Debido a ello, se apuesta por el argumento simple y ligeramente esperpéntico, típico de los cómics. Hay cientos de ejemplos, Vengadores sin ir más lejos es así.

Sin embargo, Christopher Nolan, Jonathan Nolan y David S. Goyer apostaron por un tono adulto, maduro y oscuro, retirando del guión de la TBN todo viso de esperpento y de simpleza argumental. Las razones de tan acertada decisión se me escapan, pero puedo intuirlas: hacía tiempo que el cine le debía algo a Batman, el lógico fracaso de las dos últimas partes, las de Joel Schumacher, en las que el personaje tocó fondo y se convirtió en el ejemplo descarnado del esperpento más absoluto, superando con creces cualquier otra película de superhéroes hecha anterior o posteriormente (quizás con la excepción de Catwoman), hacían casi imprescindible un retorno a la gran pantalla distinto, otra aproximación. Como digo más arriba, la extensa biblografía comiquera de Batman (y de otros personajes, valga decirlo) hacen esto posible.

Dicotomía del heroísmo

A esta riqueza argumental comentada más arriba y esta solidez de guión se suma el hecho de que la TBN hace un análisis del heroísmo en su forma más pura. Batman se nos presenta aquí como una persona con unas claras motivaciones, mucho mejor explicadas y más sólidas que en el Batman de Tim Burton, donde el asesinato de sus padres apenas se menciona y se ve de soslayo. Por otro lado, esta trilogía ofrece algo insólito hasta ahora: un héroe con fecha de caducidad. Bruce Wayne entiende que Batman solamente es un instrumento, una forma de que sus seres queridos no sufran y a la vez de convertirse en una leyenda, un símbolo de terror para los delincuentes. También se introduce un concepto que en otras películas del género no está presente: no todo gira alrededor de Batman, él es el elemento más sobresaliente en una compleja red de personajes y situaciones. Tan importante como Batman es Bruce Wayne, incluso más si es posible. Los secundarios, tanto los que ayudan como los que luchan contra Batman, adquieren una importancia inusitada en este tipo de filmes: el comisario Gordon, esencial en la trama, el mayordomo Alfred, que aquí aparece como contrapunto moral del protagonista, Lucius Fox, quien no solamente crea los cachivaches sino que es un referente moral para Batman, sobre todo en la segunda película, y sobre todo los villanos: los gángsters de Gotham, Ra's Al Ghul, el Espantapájaros (único villano que aparece en las tres películas), Joker, Harvey Dent/Dos Caras, posiblemente el personaje antagónico con más peso en la trama a pesar de salir solamente en la segunda, Bane y Talia. Todos ellos ofrecen una aproximación al villano diferente, desde el frío y calculador hasta el demente que actúa por instinto. También hacen que Batman se deba enfrentar a ellos de forma diferente, mostrando las diversas facetas del héroe.

Sin embargo, lo que hace que esta trilogía sea diferente es la forma en que al espectador se le muestra el heroísmo. Batman es un hombre normal que tiene que hacer cosas anormales, es una persona abnegada y sacrificada que quiere evitar que la gente sufra. Para ello, utilizará cualquier método a su alcance mientras no tenga que matar. Su ciudad, Gotham, está corrupta y él va a limpiarla. Si para ello tiene que hacer cosas fuera de la ley, las hará, porque así es su ciudad. Está dispuesto a sacrificar su vida si es necesario, pero también algo más: su integridad, su buen nombre, su honor. Esto se demuestra especialmente en el memorable final de El Caballero Oscuro (a mi juicio, uno de los mejores, si no el mejor, final de la historia del cine, se me ponen los pelos de punta y se me saltan las lágrimas cada vez que lo veo), en las frases: “soy lo que Gotham necesite que sea”, y “Porque eso es lo que tiene que ocurrir. Porque a veces la verdad no es suficiente. A veces la gente se merece algo más. A veces la gente se merece una recompensa por tener fe. ”. Si la gente tiene que pensar de él que es un villano y un asesino, está dispuesto a asumirlo sin dudar. Y lo que demuestra que Batman no es un hombre normal es la frase final de esa película, dicha por el comisario Gordon: “Él es héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora mismo. Así que lo perseguiremos porque él puede resistirlo. Porque no es un héroe, es un guardian silencioso. Un protector vigilante. Un caballero oscuro.” Él puede resistirlo. Si ha podido enfrentarse a malvados, gente poderosa, mafiosos, miembros de bandas y del crimen organizado, si es alguien tan duro como para aguantar esto, puede aguantar que la policía vaya tras él. Esto es muy importante, es heroísmo mucho más allá de llevar una capa o erigirse en el salvador de la humanidad. Lo que distingue un héroe de una persona normal es su capacidad de sacrificio, no de triunfo. Su disposición a aceptar la derrota, no la victoria. En este sentido, Batman se nos muestra como un héroe absoluto, lo sacrifica todo, solamente le queda dar su vida por los demás, y si hubiera tenido que hacerlo lo habría hecho.

Trilogía auténtica

Esto es una gran novedad, y que marca otra gran diferencia con respecto a otras películas del género: es una historia cerrada, ya planeada así desde el principio. Al contrario que los cómics, las películas de Batman tienen un final, una conclusión. Bruce Wayne se hastía de su continua lucha contra el crimen, le pasa el testigo a otro y se marcha de la ciudad. Está cansado, con una lesión en la pierna y ha encontrado una mujer que le llena. ¿Para qué continuar siendo un héroe? Su trabajo ha servido de inspiración a otros, hay alguien que va a continuar su tarea, por lo que él puede retirarse, irse del antiguo pozo de perdición en el que ha hecho renacer la esperanza. Es algo que en el cómic no puede hacerse porque son medios diferentes, y mientras un personaje venda hay que mantenerle vivo, pero el cine es un medio mucho más efímero, y la gente está acostumbrada a que las historias sean cerradas, tengan un fin. El espectador se cansa mucho antes que el lector de cómics de las cosas, por lo que los Nolan y Goyer vieron en esta trilogía la oportunidad de hacer un Batman adaptado al cine, entendible, y con una historia autoconclusiva que no dejase cabos sueltos. Esta, y no otra es la gran virtud de la TBN.

2 comentarios:

  1. El analisis de la trilogía me parece bastante acertado, pero ¿de verdad Daredevil fracasó por ser más oscuro y no entenderse? A mi no me parecía especialmente complicada, sencillamente es más mala que pegarle a un padre :P

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    1. Es tu opinión, a mi si que me gustó, y mucho. Se sale del cánon habitual de las películas de superhéroes, eso sí.

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