viernes, 16 de mayo de 2014

Por un puñado de besos


Sol es una chica seropositiva que pone un anuncio buscando una relación. A dicho anuncio responde Dani, quedan una tarde y empiezan a conocerse. Pero Dani guarda un terrible secreto que se interpone en lo que podría ser una bonita historia de amor...

Antes de empezar con la crítica, me gustaría romper una lanza a favor del equipo de la película, que en todo momento fueron muy atentos con los que les preguntábamos y comentábamos cosas vía redes sociales, y que se han esforzado para darnos ganas en ir a ver la película. Un aplauso virtual para ellos.

Y ahora, empiezo. Hay que decir que yo no soy el target adecuado para este tipo de producciones. No suelo ir a ver películas románticas al cine, así que intentaré analizarla desde un punto de vista neutro. Obviamente, no esperéis que juzgue los efectos especiales, más que nada porque son inexistentes.

La película se apoya mucho en un guión ingenuo y fácil de entender y unos actores jóvenes pero consagrados, rostros habituales de la televisión. Se ha intentado crear una película que llegue a todo el mundo sin exclusivizarla en adolescentes. ¿Se ha logrado? En parte. En efecto, se tratan problemas que tienen los jóvenes hoy en día de forma muy agridulce, pero la estética elegida le quita algo de eficacia a este mensaje. No obstante, es una película disfrutable tanto por jóvenes como por adultos, aunque evidentemente va más dirigida a una audiencia juvenil. Una cosa que me ha gustado mucho es que no se recurra al tan habitual recurso del cine español. No, señores, ni hay cama ni hay tetas, lo siento por quienes esperaban eso pero la película no va por ahí, lo que demuestra también que en España empezamos a darnos cuenta de que ese tipo de producciones tienen fecha de caducidad.

Como principales elementos positivos, destacaré el trabajo de cámara, los escenarios elegidos que nos dan un Madrid urbano y realista, y la estupenda banda sonora con temas muy bien elegidos. En general, contiene escenas de gran belleza, me han gustado especialmente las secuencias bajo la lluvia.

Y ahora, analicemos el trabajo actoral.

Empezamos por la bella Ana de Armas, recuperada tras ciertos avatares personales de los que no hablaré, que para eso está la prensa rosa. No veía a esta chica desde los tiempos del Internado (intenté ver Hispania, pero los fallos históricos pudieron conmigo... lo siento si lees esto, Ana), y debo decir que su evolución como actriz va en la dirección correcta. Sol es una chica de 21 años inocente y dulce, y así la refleja Ana. Ningún defecto a su interpretación, siempre teniendo en cuenta el contexto de la historia. Lidia con sus altibajos emocionales de forma muy eficaz.

Seguimos con Martiño Rivas, otro "internado" que sinceramente me ha sorprendido gratamente. No solo porque ha mejorado (y bastante) como actor, sino porque ha sabido camuflar su marcado acento gallego. A ver, obviamente ni tengo nada en contra de Galicia ni de sus gentes, pero un acento tan marcado (sea gallego, catalán, vasco, andaluz o de donde sea) redunda en contra de la dicción, y sobre todo de la posibilidad de que la gente de fuera de la comunidad pueda entenderle. Se nota que ha hecho clases de dicción, habla de forma y se le entiende a la perfección. Así que nada, sigue así, Martiño.

Vamos ahora con mi paisana Marina Salas, a quien descubrí en "Hay alguien ahí". Hace de compañera de piso de Sol, y protagoniza un tipo de escena que me gusta mucho en este tipo de pelis - el rompimiento de la cuarta pared -, y que por desgracia solo se produce una vez. No le he encontrado mucha mejora porque en la serie comentada ya me gustaba, así que veo que sigue siendo una actriz de calidad, con un rostro simpático y una mirada dulce. ¡Sigue así, Marina!!!!!.

Analizaré el trabajo de Jan Cornet, Andrea Duro, Alejandra Onieva y Joel Bosqued en conjunto, pues salen poco y hacen papeles muy secundarios como para sobresalir demasiado. Tanto Andrea como Alejandra me han sorprendido hablando con lenguaje actual (yo las conocía de "El secreto de Puente Viejo", donde hablan como a principios del siglo XX), y veo que tienen capacidad para lograr buenos registros, así que me alegra que vengan a refrescar nuestro star system. En cuanto a los chicos, a Joel Bosqued no lo conocía pero me ha parecido correcto, y Jan Cornet eficaz, como de costumbre en él, aunque me gustó más en La piel que habito (también hacía un papel muy diferente de este).

Y como siempre, lo mejor para el final, mi adoradísima Megan Montaner, que es por quien realmente he ido a ver la película (¡es su debut en el cine, había que verla!). Interpreta a Lidia, vecina de Dani y conciencia (Pepito grillo, como ella misma dijo en una entrevista), y sencillamente llena la pantalla. No me deja de sorprender la capacidad interpretativa de Megan, que siempre está perfecta en cualquier papel, y me ha gustado mucho que hacia el final hayan aprovechado su gran capacidad para llorar (como dice su antiguo compañero en Puente Viejo, Alex Gadea, Megan tiene el "botón de llorar", y es cierto que llora como nadie), aunque obviamente no os voy a contar en qué situación. Nada más que decir, cuando Megan entra en plano, desaparece todo lo demás. Maravillosa, perfecta, guapísima y con un papel mucho más profundo y dramático de lo que en principio parece sugerir.


¿No es sencillamente preciosa?

En resúmen: película entretenida ideal para una tarde de sábado, sin pretensiones (tampoco las pretende), y cuya principal pega es haberla estrenado la misma semana que el blockbuster Godzilla, lo cual sin duda influirá negativamente en su recaudación. Le daría un 5, pero el trabajo actoral general, y muy especialmente el de Megan Montaner, suben la calidad de la cinta, así que mi puntuación general es un 6.

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